jueves, 24 de mayo de 2012

Mes a mes hasta el parto

El tiempo durante tu embarazo se mide por semanas, empezando desde el primer día de tu último período menstrual. Dura nueve meses mas o menos.

Tu primera semana de embarazo empieza el primer día de tu último período menstrual, a pesar de que no estás en realidad embarazada todavía. La razón detrás de este desfase en el cálculo es sencilla: es difícil determinar el momento exacto de fecundación, por lo que el punto de referencia más certero es el inicio de tu ciclo menstrual.
Esta fecha tiene importancia en muchos sentidos, pues a partir de allí cuentas las 40 semanas que dura oficialmente un embarazo.

Al cumplir 4 semanas de embarazo empiezas a notar cambios en tu cuerpo y puedes por fin confirmar tus sospechas con una prueba de embarazo.

  • Tu bebé mide: entre 0,35 y 1 milímetro (0,014 y 0,04 pulgadas)
Tu embrión es más pequeño que un grano de arroz, pero ya sus células van asumiendo su posición y rol en el desarrollo de tu bebé. Las capas exteriores se convertirán en el sistema nervioso, piel y pelo; la capa media formará sus huesos, músculos, sistema circulatorio, riñones y órganos sexuales; y la sección interior se encargará del sistema digestivo y pulmones.
En esta etapa también se desarrollan el saco amniótico (conocido también como saco gestacional, amnios o bolsa amniótica) y el saco vitelino. El saco amniótico es la capa que protege a tu bebé y contiene el líquido amniótico. El saco vitelino (yolk sac en inglés) es una estructura adherida al embrión que lo provee de nutrimentos y oxígeno en la etapa temprana del embarazo, antes de que la placenta entre en funcionamiento. El saco vitelino se deshace alrededor de la novena semana de embarazo.

Tu bebé

Peso: Menos de 1 onza aprox.
Tamaño: 1 pulgada aprox.

Aunque es muy temprano en su desarrollo, esa pelotita que viste en tu primer ultrasonido va tomando la forma de un bebé. Estos son los principales cambios durante el segundo mes de gestación:

  • Cabeza. Conforme se va separando del resto del cuerpo, la cabeza de tu bebé será más evidente. Algunos de sus rasgos faciales empiezan a desarrollarse también en esta etapa.
  • Aparecen los huesos
  • Brazos y pequeños dedos
  • Piernas y pequeños dedos
  • El cerebro y sistema nervioso se desarrollan con rapidez.
  • Empiezan a formarse el sistema digestivo y respiratorio.
  • Oído interno
  • Los ojos y sus cavidades son ya visibles en su rostro
  • Las fosas nasales empiezan a formarse
  • El cordón umbilical está ya formado

Alrededor de la sétima semana de embarazo tu bebé pasa a ser oficialmente un feto (hasta entonces era considerado un embrión).

Tu área abdominal empieza a redondearse, pero no saques tu ropa maternal todavía. Este cambio es tan sutil que pasa desapercibido para otras personas. Tú lo notas porque tus pantalones y ropa ajustada no te quedan igual.

A lo interno, tu cuerpo se concentra en crear el ambiente de soporte para tu bebé durante el embarazo. Tu útero crece con rapidez y la placenta continúa su desarrollo. Además se forma el tapón mucoso que protegerá tu apertura cervical hasta la hora del parto.

Los síntomas del embarazo continúan, y en la mayoría de mujeres se mantienen presentes hasta el final del primer trimestre:


  • Aumento en la frecuencia urinaria. Tus riñones trabajan duro durante el embarazo para eliminar desechos.
  • Indigestión o acidez estomacal
  • Cambios en tus senos. Conforme tus senos aumentan de tamaño puedes necesitar un sostén más grande.
  • Fatiga
  • Antojos o repulsión hacia alimentos
  • Estado de ánimo variable
  • Náuseas
  • Cambios en el flujo vaginal
  • Estreñimiento

A los cinco meses de embarazo sabrás por fin la respuesta a esa incógnita que te carcome desde hace meses: ¿es tu bebé hombre o mujer? El ultrasonido que realiza tu médico en esta etapa te brinda esta y mucha más información sobre el bienestar y crecimiento de tu bebé. Además, puedes verlo y hasta capturar la primera fotografía de tu pequeño.
En el quinto mes tu panza ya te delata y es un buen momento para empezar la preparación para la llegada del bebé.

Tu bebé

Peso: 0.5 a 1 libra aprox.
Tamaño: 10 pulgadas aprox.
Luego de cinco meses de embarazo, tu bebé por fin va adquiriendo la apariencia que tendrá al nacer, aunque aún le falta mucho por desarrollar. Mientras tanto, tu pequeño dedica gran parte de su tiempo a “practicar” las funciones de un bebé: movimientos de respiración, chuparse el dedo, ejercitar piernas y brazos, y dormir.
Estos son los principales hitos en el desarrollo que tu bebé alcanza durante el quinto mes de embarazo:
  • Su oído ya es capaz de escuchar los latidos de tu corazón y sonidos externos
  • La retina de sus ojos puede detectar la luz
  • Tiene expresiones faciales y hace muecas, gracias al desarrollo de los músculos de la cara.
  • Sus uñas crecen hasta la punta de los dedos
  • Las orejas llegan a su posición final, a ambos lados de la cabeza.
  • Establece su ciclo de sueño: duerme y se despierta por lapsos marcados de tiempo.
  • Desarrolla su reflejo de succión, y cada vez que la mano de tu bebé pasa frente a su boca quiere chuparla.
  • Descienden los testículos (en los varones)
  • La piel de tu bebé, que hasta ahora era casi transparente, empieza a desarrollar capas que lo protegerán y ayudarán a mantener la temperatura después del nacimiento. Su piel aún está cubierta por el unto sebáceo o vérnix caseosa (una capa grasosa que lo recubre hasta el nacimiento) y el lanugo (vello fino y suave en todo su cuerpo).
  • Los huesos del bebé empiezan a endurecerse, con la excepción del cráneo, que se mantiene blando para facilitar su paso por el canal del parto.

Tu cuerpo

Además de tu panza, que ya es difícil de ocultar, en el quinto mes notarás otros cambios característicos del embarazo, como coloraciones de la piel e incomodidades.
Emocionalmente, puedes sentirte inestable, gracias a las
hormonas del embarazo, pero no te preocupes: estos cambios son normales y temporales. Si te sientes triste y decaída la mayor parte del tiempo, consúltale a tu médico, pues algunas mujeres sufren depresión prenatal.
Estos son los principales cambios que verás en tu cuerpo a los cinco meses de embarazo:

  • Las venas en tus senos son muy visibles porque aumenta la irrigación de sangre en el área, además de que tus senos se agrandan al prepararse para dar de mamar.
  • Aumento en la frecuencia urinaria. Este síntoma está presente durante todo el embarazo, sin embargo, conforme crece tu bebé, también aumenta la presión de su peso sobre tu vejiga, haciendo que tus ganas de ir al baño sean verdaderas urgencias.
  • Tu útero ya alcanza el nivel de tu ombligo
  • Puedes sentir tensión en tu área abdominal, mientras tus ligamentos se estiran para albergar a tu bebé que crece.
  • Calambres en las piernas
  • Tu ombligo empieza a salir
  • Dolor de espalda
  • Aparece la línea negra o alba, una línea vertical oscura que corre desde el ombligo hasta tu pubis. La línea negra surge debido al aumento de la melanina, causado por las hormonas del embarazo.
  • Sangrado nasal o en las encías
  • Aumento en el apetito
  • Hinchazón en las piernas, pies o manos
  • Várices
  • Acidez o indigestión
  • Dolores de cabeza
  • Mareos
  • Inestabilidad emocional
  • Dificultad para concentrarte
Felicidades! Llegaste a tu tercer trimestre de embarazo y ahora empieza la recta final. En los siguientes meses tu bebé aumenta de peso, gana fuerza y se prepara para el nacimiento.
Claro, si tu bebé está ganando peso, eso quiere decir que tú también, pero con la meta a la vista y preparaciones de último minuto, no tienes de qué preocuparte.
El sétimo mes de embarazo es el momento ideal para tener tu
baby shower o celebración por la pronta llegada del bebé. A la hora de hacer tu lista de regalos, toma en cuenta los productos esenciales que requiere tu recién nacido.

Tu bebé

Peso: 2-3 libras aprox.
Tamaño: 14-17pulgadas aprox.
Ya para el tercer trimestre, tu bebé prácticamente ha terminado de formarse. Durante el tiempo restante de gestación, su cerebro se desarrolla con rapidez, aumenta de peso, y maduran sus órganos y funciones. Además, se dan los siguientes cambios:

  • Los movimientos de tu bebé son fuertes y frecuentes. En promedio, tu bebé debe moverse unas diez veces por hora.
  • Empieza a caer el lanugo, ese vello fino que cubre el cuerpo de tu bebé durante el embarazo. Al nacer, quizá notes un poco de lanugo en los hombros y espalda del pequeño, que son las últimas áreas donde desaparece el lanugo.
  • Tu bebé puede percibir los cambios en la luz, como cuando es de día y de noche.
  • Los ojos de tu bebé ya tienen coloración, aunque no se sabrá su color final hasta meses después del nacimiento.
  • Puede responder al sonido, por lo que es una excelente oportunidad para hablarle y leerle libros infantiles en español.
  • Las manos de tu bebé van adquiriendo destreza. Con frecuencia juega al estirar y encoger sus dedos, o agarra el cordón umbilical.
  • A partir de este momento, tu bebé gana alrededor de 0,5 libras por semana.
  • Almacena minerales, como hierro y calcio.
  • Continúa la formación de capas de grasa, que lo ayudarán a mantener la temperatura fuera del útero.

Tu cuerpo

Las incomodidades del tercer trimestre se relacionan al tamaño de tu panza, como dificultad para dormir y dolor de espalda. También puedes esperar los siguientes síntomas:

  • Tus glándulas mamarias pueden empezar a secretar una sustancia amarillenta llamada calostro.
  • Dolor en el área abdominal, especialmente a los costados y parte baja.
  • Estreñimiento
  • Dolores de cabeza o mareos
  • Calambres en las piernas
  • Dolor de espalda, debido al peso excesivo que ahora llevas en tu panza y el desbalance de tu cuerpo.
  • Hinchazón en manos y pies
  • Hemorroides
  • Dificultad para respirar, que aumenta conforme tu útero acapara más de tu tronco y estruja a los demás órganos.
  • Dificultad para dormir
  • Contracciones de Braxton Hicks, que no deben confundirse con las contracciones de parto.
  • Nervios, emoción y ansiedad por la inminente llegada de tu bebé.

La espera ha sido larga, pero en pocos días tendrás a ese bebé en tus brazos.
Toma en cuenta que solo un 5% de las mujeres embarazadas dan a luz en su fecha estimada. Muchas tienen sus bebés antes o después, por lo que es importante estar preparada de antemano, pero también tener paciencia si tu bebé se toma un par de semanas más para nacer.
El tiempo que te queda aprovéchalo para finiquitar detalles sobre la llegada del bebé, como:


Tu bebé

Peso: 6 a 9 libras aprox.
Tamaño: 19 a 22 pulgadas aprox.
Ese pequeño en tu vientre es ahora un bebé hecho y derecho. Al llegar a la semana 37 ha concluido ya su desarrollo en tu útero y podría nacer en cualquier momento.
A los nueve meses de embarazo, tu bebé cambia poco, y más bien se concentra en iniciar su recorrido hacia la vida:
  • Cae el vérnix, esa capa grasa que recubre a tu bebé. El vérnix cae poco a poco, por lo que es probable que veas restos de esta sustancia blancuzca en tu bebé al nacer.
  • Los pulmones han alcanzado su punto de madurez y están listos para entrar en acción.
  • El pequeño asume la posición para el nacimiento, de cabeza.
  • Tu bebé desciende o se encaja en tu pelvis, preparándose para iniciar el trayecto a través del canal del parto.


Tu cuerpo

Tu cuerpo ha pasado por toda una metamorfosis desde que viste el resultado positivo en tu prueba de embarazo.
A partir de la semana 37 de embarazo puedes tener síntomas de labor de parto, como pérdida del tapón mucoso, sangrado, ruptura de la bolsa del líquido amniótico (comúnmente conocido como "reventar la fuente") o
contracciones. Si presentas alguno de estos síntomas, llama de inmediato a tu médico.
Si no es hora aún del nacimiento, los síntomas del embarazo durante el noveno mes son:
  • Menor movimiento del bebé debido al poco espacio. En lugar de las patadas fuertes que sentiste a los seis o siete meses de embarazo, ahora sientes movimientos leves. Recuerda monitorearlos y comunicarte con tu médico si sientes que se mueve muy poco.
  • Dolor en las costillas, porque ya tu útero las ha alcanzado. Este síntoma desaparece cuando tu bebé desciende.
  • Ya no aumentas más de peso. En total puedes haber aumentado entre 25 y 35 libras hasta ahora, pero no te preocupes: muchas de ellas desaparecerán cuando nazca el bebé y otro tanto se desvanecen poco después.
  • Dilatación. Algunas mujeres pueden empezar a dilatar semanas antes de que inicie su labor de parto. No te debes alarmar, porque por lo general la dilatación no pasa de uno o dos centímetros y no hay ninguna otra señal de que se aproxime el nacimiento. Tu médico te dirá si este es tu caso, ya que se detecta mediante un examen vaginal de tacto o un ultrasonido.
  • Cansancio extremo
  • Aumento de energía
  • Dificultad para dormir
  • Dificultad para movilizarte
  • Mayor frecuencia urinaria. Conforme tu bebé desciende y adopta su posición para el nacimiento, pondrá presión sobre tu pubis, lo que te puede resultar incómodo y obligarte a ir al baño más a menudo.
  • Tus glándulas mamarias pueden secretar una sustancia amarillenta llamada calostro.
  • Dolor en el área abdominal, especialmente a los costados y parte baja.
  • Estreñimiento
  • Dolores de cabeza o mareos
  • Calambres en las piernas
  • Dolor de espalda
  • Hinchazón en manos y pies
  • Hemorroides
  • Dificultad para respirar, aunque esta mejora una vez que el bebé desciende hacia el canal del parto.
  • Contracciones de Braxton Hicks, que no deben confundirse con las contracciones de parto.
  • Nervios, emoción y ansiedad


Cuidado prenatal

Tus citas de control prenatal son ahora semanales. En ellas tu médico evalúa si tanto madre como bebé están listas para el parto. Puede realizar:
  • Examen vaginal de tacto para determinar dilatación y borramiento de tu cuello uterino. La dilatación es la apertura y el borramiento es el adelgazamiento del cuello. Para el nacimiento, debes alcanzar los 10 centímetros de dilatación y un 100% de borramiento.
  • Un ultrasonido a los nueve meses de embarazo ayuda a confirmar el bienestar del bebé. Tu médico determina si es necesario para verificar la edad de gestación del bebé (en caso de atraso o duda), medir los niveles de líquido amniótico, observar el cuello uterino, vigilar la actividad del bebé, o asegurar que el cordón umbilical no esté enredado en el bebé.
Además, continúan los exámenes de rutina de control prenatal:
  • Ritmo cardíaco del bebé
  • Posición del bebé
  • Tamaño del útero
  • Latido del corazón de tu bebé
  • Control de peso
  • Presión arterial
  • Prueba de sangre
  • Prueba de orina

¿Qué debes hacer para cuidar de tu embarazo?

La óptima salud de la mujer antes de quedar embarazada es vital para un embarazo saludable. Si estás tratando de quedar embarazada, estos son los pasos que debes tomar:
¿Cómo es un parto natural? Explicación paso a paso

Cualquier madre te dirá que su primer parto la tomó por sorpresa. No tanto porque no se hubiera preparado o porque ignorara la teoría de un embarazo y parto, sino porque nunca te puedes imaginar cómo será hasta que por fin te llega la hora.
Y a pesar de que cada parto es tan único como el bebé que trae al mundo, sí existen varias etapas que toda mujer en labor de parto atraviesa y debes conocer:

Etapa 1

parto© A.D.A.M.
El cuello del útero, también llamado cérvix, es la sección que conecta el útero con tu canal vaginal. Durante tu embarazo se mantiene cerrado y firme para proteger a tu pequeño, pero en la primera etapa de tu labor de parto realiza dos acciones importantísimas: la dilatación y el borramiento.
Dilatación significa que tu cuello uterino empieza a abrirse lentamente. La apertura se mide en centímetros del uno al diez.
El borramiento sucede cuando tu cuello uterino se adelgaza o retrae, y se expresa en porcentajes: al inicio mide dos pulgadas (0% de borramiento) y se retrae por completo para facilitar el nacimiento de tu bebé (100%).
La primera etapa de tu labor de parto se divide en tres fases:


Fase latente o temprana

Parto© Womens Health.gov
Tu labor de parto empieza oficialmente con la llegada de las contracciones, durante la fase latente. A diferencia de las de Braxton Hicks, que puedes sentir esporádicamente desde los seis meses de embarazo, la intensidad de las contracciones de labor de parto aumenta de forma gradual y sigue un patrón. Para algunas mujeres son muy dolorosas, mientras otras afortunadas sienten tan solo una incomodidad.
La fase latente puede durar unas horas o hasta días, por lo que no necesitas ir al hospital de inmediato. Mientras tanto, puedes alistar los últimos detalles y buscar tu bolso para el parto.
Discute con tu médico cuándo acudir a la maternidad según tu caso específico, pero una buena guía general es el método 4-1-1: contracciones cada cuatro minutos, con un minuto de duración y que se repiten de forma consistente durante una hora.

Fase activa

La fase activa es la que sueles ver en las películas: contracciones dolorosas, largas y seguidas. Tu cérvix alcanza los ocho centímetros de dilatación, pero esto puede llevar varias horas. Si no lo has hecho aún, contacta a tu médico y dirígete de inmediato al hospital.

Este es el momento para utilizar todos los trucos para combatir el dolor en el parto que conozcas. Y si deseas utilizar anestesia epidural para aliviar el dolor, este es el momento para aplicarla.

Fase de transición o desaceleración

Tu cuello uterino alcanza los diez centímetros de dilatación y 100% de borramiento durante la fase de transición. Conforme tu bebé desciende, puedes sentir presión en la espalda y deseos de pujar, pero debes abstenerte porque aún no es el momento. Tus contracciones son más fuertes y tu equipo médico se prepara para la recta final.

Etapa 2 – El nacimiento

parto© Women's Health.gov
La segunda etapa de tu labor de parto es el momento de pujar. Tu médico te indica cómo y cuándo, pero por lo general lo que sucede es que pujas varias veces con cada contracción (que a estas alturas duran entre sesenta y noventa segundos).
Cuánto dure esta etapa depende de ti. Las madres primerizas suelen durar más, hasta varias horas, pero el tiempo disminuye en los embarazos subsecuentes.
Durante la contracción, tu útero se endurece y tu bebé desciende un poco por el canal de parto. Estos son algunos consejos para facilitar esta etapa:

  • Considera cuál posición te es más fácil. La más frecuente en hospitales es semi-sentada (con tu espalda en un ángulo de cuarenta y cinco grados) y con los pies sobre estribos. Sin embargo, para que te ayude la gravedad, puedes solicitar que te permitan hacerlo de cuclillas o hasta en el agua.
  • Puja como cuando quieres dar del cuerpo – es exactamente el tipo de empuje que necesita tu bebé. No te preocupes por tus necesidades fisiológicas, esto suele suceder y los médicos están acostumbrados a ellas. Tú concéntrate en que tu bebé nazca.
  • Utiliza la fuerza de tu abdomen. Contraer los músculos de tu abdomen te beneficia en dos formas: concentras tus pujidos en la parte inferior de tu cuerpo, y creas un suelo duro para que tu bebé se empuje y no se devuelva tanto entre contracciones. Para lograr esto, lleva tu barbilla a tu pecho y aprieta los músculos abdominales cuando sientes la contracción (antes de pujar).
El nacimiento requiere que pujes varias veces, porque cada vez tu bebé desciende un poco más por el canal del parto. Cuando su cabeza por fin es visible por la vagina, se dice que tu bebé ya “coronó”. Tu médico te indicará cuándo dejar de pujar para que pueda ayudarle a la cabeza a salir sin que te desgarres el perineo. Luego succiona los líquidos de la nariz y boca de tu bebé para finalmente sacar su cuerpo y… ¡felicidades! ya eres mamá.


Tendrás unos minutos para conocer a tu bebé antes de que se lo lleven (en tu misma habitación) para limpiarlo, abrigarlo y realizar la prueba APGAR.

Etapa 3 – Extracción de la placenta

Con el bebé sano y salvo, la atención de tu ginecólogo se centra de nuevo en la madre. Es hora de extraer la placenta.
Poco después del nacimiento, la placenta se desprende de la pared del útero y desciende por el canal vaginal. Tu cuerpo realiza este proceso casi por su propia cuenta, pero quizá debas pujar un poco más (¡no te preocupes, después de lo que has pasado ya esta etapa ni la sientes!). Una vez extraída la placenta, tu médico cose cualquier desgarre o episiotomía antes de reunirte con tu bebé.

Finalmente, respira, ¡lo lograste!.


¿Cómo es una cesárea?
La cesárea es el nacimiento de tu bebé por medio quirúrgico. El procedimiento suele durar menos de una hora: de 10 a 15 minutos en el nacimiento y el tiempo restante en los cuidados de la madre.
Por lo general puedes tener un
acompañante durante la cesárea, excepto en casos de emergencia, cuando el médico considera que no es apropiado, o no hay tiempo para que tu pareja se cambie a un atuendo esterilizado.

Anestesia

Por lo general, la cesárea se realiza con anestesia epidural o espinal, de modo que la madre está conciente y no siente el dolor en la parte inferior del cuerpo. Una vez que se aplica, sientes sus efectos en unos cinco minutos.
En casos de emergencia, o cuando no hay tiempo de aplicar la epidural, el anestesiólogo puede optar por anestesia general, de modo que la madre está inconciente durante la cirugía.

Procedimiento

Aunque estés conciente, se colocan cortinas que bloquean tu vista de lo que sucede en tu área abdominal (¡no es agradable ver que te cortan con un bisturí!). Si deseas ver el nacimiento, puedes solicitar que te coloquen un espejo cuando sea el momento. De otra forma, tu médico te enseñará el bebé en cuanto sea seguro hacerlo.
Para iniciar una cesárea, el médico hace una incisión vertical u horizontal en tu abdomen, en el área entre tu ombligo y el vello púbico. La incisión atraviesa las capas de músculo y grasa hasta llegar al útero, donde se encuentra tu bebé. Allí hace una apertura en el útero y succiona el líquido amniótico. La madre, bajo el efecto de la anestesia epidural, no siente dolor, pero sí puede sentir presión, jalones y movimiento en su abdomen.
Luego, el médico inserta la mano en el útero para examinar la posición del bebé. La primera parte que extrae es la cabeza, para succionar los líquidos de sus vías respiratorias. Luego saca los hombros y el resto del cuerpo y… ¡felicidades, ya eres mamá!
Una vez que se corta el cordón umbilical, el bebé es trasladado a una cama aparte para examinarlo, limpiarlo y realizar la
prueba APGAR. Esta parte es igual a la que atraviesa un bebé después de un nacimiento vaginal. Si todo marcha bien, el bebé puede ser entregado a la madre para que lo conozca e inicie el apego materno. Tu acompañante también puede alzarlo mientras termina el procedimiento.
Mientras tanto, el médico extrae la placenta y la examina, para asegurarse que esté completa. Luego debe cerrar, con costuras o grapas quirúrgicas, capa por capa de la incisión de la madre.

Recuperación

Algunos de los síntomas que puedes tener después de la cesárea son iguales a los de un parto vaginal: dolor al contraerse el útero, sangrado vaginal mientras tu útero se deshace de sangre y tejido residual, e hinchazón en los senos por la bajada de la leche.
Por tratarse de una cirugía importante, las mujeres suelen quejarse de dolores y en el área de la incisión durante una semana, pero no te preocupes: el médico te puede suministrar medicamentos para el dolor. También debes caminar lo más pronto posible (en cuanto te lo permitan) para acelerar tu recuperación.
El cuidado y atención a la herida es primordial, ya que cualquier cambio en su apariencia puede indicar una infección. Las puntadas o grapas se extraen o disuelven de cuatro a siete días después de la operación.
Existe también el riesgo de sangrados internos, por lo que la mayoría de hospitales requieren que la madre se quede allí de tres a cuatro días. Una vez en casa, pasan de cuatro a seis semanas antes de que vuelvas a la normalidad.



Un video sobre el momento del parto:
El embarazo por dentro, parto y nacimiento







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